Caminar con los ojos
cerrados, adivinando el camino, sintiendo el peso de abismos infinitos
penetrando por los poros. Así
transcurren los instantes. Desvelos
inapropiados de ojos que se
marchitan. Pensamientos desvanecidos que
atacan las profundidades hasta quedar atascados en las ramas de un
desaire. Y allí, inerte y atontada, imaginando
las respuestas que no llegan del cielo, espero que la frágil mente comience por
fin a descubrir las certezas de los pasos, los que se dieron y los que no se
han dado.
Mientras tanto todo es
incierto, todo se queda en instantes que rebosan sólo de vida, sólo de
pensamientos que no son nada.
¿Quién habló de planes, dónde
están los planes? Si es que todo se
fuga, la incertidumbre se entierra y vuelve a nacer, la aparto y rebota, como
si no existieran más puentes, como si los remolinos se antojaran de buscar sólo
mi espacio, carentes de caminos,
revoloteando lo que miro, lo que quiero ordenar y se me escapa. Allí se quedan, haciendo honda la incertidumbre
de los pasos sobre cuerdas templadas.
Y me trago los suspiros, se
atoran en la garganta que a la vez quiere gritar para que vengan en su auxilio.
Incierto es el camino que
comienza sin destino, sin promesas, sin espacios para cantar y bailar. Incierta es la mirada desencajada, que se
queda en los bordes de los espacios marrones que desesperan el verdor de los
restos andantes de pasos atascados.
Y miro y descubro montones
de ojos inciertos que buscan lo que ya no está, lo que se quema en los
disturbios atrevidos de los pensamientos retorcidos.
Y tú, ¿dónde estás? ¿Acaso
quieres adivinar lo que voy a mirar para adelantarte y adornar sus espacios?
Que no quiero eso, que no sé lo que quiero.
Si no sabes de qué hablo
tampoco busques las respuestas. Incierto
también es tu pensamiento, que se cruza con el mío. ¿O crees que la
incertidumbre sólo a mí me persigue?
Como en laberintos torpes y
ahuecados vamos buscando la salida. Me
dices que no me asuste, y ¿es que te parece poco tener que pensar y elegir un
camino, estando en el abismo de lo incierto?
La mente se bloquea, no encuentra lugar estable.
Y en lo incierto voy dudando
si te vas o si te quedas, si hay espacio para un baile, si hay lugar para un
encuentro, o si todo lo que resulta ajeno de repente se apropia de un
sendero. Y allí, con los temores a
cuestas superando interrogantes doy un paso adelante y miro si lo incierto aún
me sigue persiguiendo.
En mi mano mis bastones, mis
apoyos de siempre. En mi mente los
amores, los suspiros. Y en mi corazón,
el tiempo que ya ha pasado y el incierto que viene anunciando que me llene de
valor y que camine, que si ya he
caminado bastante y con tropiezos he surgido, que no le tema al destino, que lo
incierto va pasando.
Mientras vamos en pos de lo incierto, perdemos lo seguro, pero a veces no podemos deshacernos de lo titubeante. Como siempre bonita reflexión.
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