sábado, 29 de agosto de 2015

Monólogo imposible


Me dices que me quieres, qué bonito suena.  Quería que me lo dijeras tantas veces y por fin lo dices sin importar el derroche de frases repetidas, tan sonoras, tan profundas; noto que lo dices desde el alma, es que desde el alma lo siento… Pero, es que todos lo comentan.  La sensación que tengo es inexplicable, me siento llena de cariño.  Y me lo sigues diciendo y lo sigues pensando.  Además quieres que esté contigo.  Te gusta lo que hago y cómo lo hago.  Me quieres abrazar y quedarte conmigo y congelar ese instante.

Un momento,… pero es que también te gustan mis errores y lo dices abiertamente.  Aceptas mis errores y a la vez reconoces los tuyos y vuelves a decirme que me quieres.  Que me quieres con mis enfados y mis torpezas, que me quieres con esas mañas que nadie entiende, que me quieres cuando protesto y termino haciendo lo que yo quiero. ¿Y vuelves a decirme que me quieres?

sábado, 22 de agosto de 2015

Amores tontos

¿A qué saben tus besos?, se atrevió a preguntarle una vez, y ella, que para su fortuna, no lo estaba viendo, abrió más sus ojos y alcanzó la palidez.  Claro, del resto de su cuerpo, porque sus mejillas parecían recién gratinadas.  Casi se funde como un queso. Tontita, pero muy tontita.  Así era ella, o al menos, así creía que era.

Coincidieron una tarde cualquiera.  Él, altivo, conversador, resuelto, avasallante, con un par de hoyuelos de esos que aparecen en las mejillas cuando los ojos se alargan en señal de que ya la sonrisa se viene asomando, aunque la quiera contener. Un cabello muy poblado, amoldado, parecía suave.  Ojos de miel, pero por lo dulce de la mirada. Porque más bien eran profundos y oscuros.  Tontito, pero muy tontito.  Así era él o al menos, así creía que era.

jueves, 13 de agosto de 2015

Inexplicable amor

Me hablaron de un amor diferente y especial, que ilumina los caminos y da paz al caminante.

Me hablaron de un aroma, que inexplicable aparece en medio de flores de papel y de jardines de cemento.

Y con entusiasmo fui a respirar el aire de esos andares, donde me dijeron que abrazaba con su luz y sus estrellas a quienes con descuido se acercaban a conocer su existencia.  Fue así que la encontré, allí en mi ciudad natal. Entendí la paz que se respira al sentir su presencia. Percibí el olor inexplicable a rosas que no hay, a nardos que no están, y ese gesto bonito de salpicar con ingenuo brillo, como jugando a vestir muñecas y disfrutando las sorprendidas expresiones de quienes reciben sus decoradas estrellitas.

martes, 4 de agosto de 2015

Amores caducados

Caducaban las historias mientras la espera consumía los minutos que se convertían en días y con ellos, las historias pasaban a ser leyendas.

Caducaba el tiempo, el que pasaban sin verse, sin estrenarse, mientras el mundo danzaba a su manera.  Se avejentaban sus sentimientos, caducaban las cartas que no llegaban y las canciones que no se escuchaban.  Hasta las canas querían esconderse de la historia para no caducar con ella.

sábado, 1 de agosto de 2015

Jugando a vivir

Demasiadas horas pensando, demasiadas horas esperando, demasiadas hojas en el suelo, muchos otoños desnudando ramas, muchos inviernos arropando frías tormentas, muchas primaveras viendo crecer las flores, muchos veranos esperando la puesta del sol...

Y los otoños pasando y dejando alfombras mezcladas de verde olivo, amarillo y marrón, y los inviernos cargados de blanco, entre destellos de gris, de violeta, de azul celeste, de plata y rosados amaneceres. Y la primavera repartiendo aromas y colores, aire claro, viento fresco; y de nuevo el verano, persiguiendo las cuentas que van quedando atrás. Y así, viendo pasar los esquemas, que se repiten y envejecen, que adornan las escenas, que dan asiento a los pensamientos, a las alegrías y a los sufrimientos, así llegan los momentos que se regalan a sí mismos buscando albergue en vidas llenas de rutina, de costumbres, de cansancio.