viernes, 29 de enero de 2016

En busca de un final

Estaba lleno, muy lleno, pero de un profundo vacío que le absorbía las ganas.  No lo dejaba dormir, pero tampoco despertar.

No sabía por qué vivía y leía las noticias buscando encontrar en alguna de ellas la respuesta.  ¿Será que algún día su historia sería narrada y tendría por fin un final?... ¿será que aparecería su historia en las noticias?

En sus ojos pequeñitos se libraban batallas.  Por sus canas cabalgaban las bestias que lo llenaban de miedo y de pudor.  Se le terminaba la sonrisa mientras bebía de ella sediento y sudoroso. Corría tras el tiempo, sin saber que el tiempo lo esperaba.  Y veía volar mariposas de colores desde su jaula de ilusiones.

jueves, 21 de enero de 2016

Simplemente...piel

Que nace y es piel, dulce, muy dulce, con olor a leche tibia, tan suave como una mota, tan tierna como una florecita acostada en el campo.  Que sigue siendo piel, que se cae y se ensucia, que se llena de pegostes, que sigue oliendo a ternura. 

Que es piel rebosada de color, que es sonrisa si se acaricia, que es llanto si se perturba.  Es piel que cubre las espinas, que sufre las heridas, que se empapa con la lluvia y siente el frío de las noches destechadas, que se acalora en las tristezas, que suda y se vuelve a limpiar.

sábado, 16 de enero de 2016

Calma...ten calma

Calma, que veloz acudes a sosegar la impaciencia que ese reloj se empeña en recordar.  Dile que eres calma, que eres mar dormido, dile que no hay tanta prisa, que piense sin desatino.

La noche no apura el día, que le regale a la noche el amor que tanto cuida.  Que se despeine sin pensar en las horas que atolondradas corren por la piel dormida, que se bañe de sol, que se bañe de luna, que juegue a contar estrellas, que las ponga una a una en las pecas de sus mejillas.

Dile que la miel es espesa, que nadie la apura, que a veces sabe a saliva y a veces sabe a ternura. Que deje que se derrame en su piel, que se deje saborear en tu calma, que no hay prisa que le gane, ni ansias que por llegar primero merezcan perder el momento de un sabor dulce y espeso añejado a las puertas de un beso.

viernes, 8 de enero de 2016

Fruta roja… ilusión enmascarada

Se vistió de fruta roja, dulce, apetecible, tentadora.  Se puso su máscara de alegría y salió a engañar al mundo.  Parecía manzana, parecía cereza, a veces, ciruela del campo.  Tentó a todos con su natural fluidez.  Fruta exótica, divina.  Labia hipnotizante, a veces cruel, a veces miel.

Inventó mil estrategias, sobornó hasta a su espejo.  Cambió las luces, limpió su imagen, sacudió el polvo de sus zapatos, lavó sus manos y lustró su turbia y serena sonrisa, la que mejor encajaba con la máscara de la hipocresía.

Diseñó un mundo, para unos retorcido, para otros fascinante.  Compró ilusiones a cambio de sonrientes promesas de un después, de un “yo soy”, de un “yo hago”, de un “yo puedo”, de un ego repugnante e incómodo.