Amor de escuchar, amor sin
rutinas, sin promesas. Amor de sentir, amor de soñar. De suspirar sólo porque
amanece, de pensar y pensar... amor de palabras, amor inteligente, amor
escrito. Imaginación con olor desconocido, sin medidas, sin alturas, sin manos,
sin texturas, sin caricias. Sólo amor porque sí, que no se desvanece, que se
alimenta de los sueños, que sólo sabe decir: te quiero.
viernes, 26 de junio de 2015
jueves, 18 de junio de 2015
Locura
Respirar, respirar y en cada
suspiro vaciar la mente. Sólo eso,
vaciar. Mirar y seguir, llenarse de
fuerzas. Apartar la debilidad y no seguir
esperando lo que no llega. Eso intentaba ella. Pensar en blanco, todo vacío,
muy vacío. Soplar y relajar, cerrar los
ojos y no pensar. Si pudiera volar, se
iría alto, muy alto, lejos del pensar, cerca de la nada. Y vaciar, vaciar los suspiros, respirar
esperanza, abrazar el aire, ligero, transparente.
sábado, 13 de junio de 2015
El Contador de Cuentas
Contaba los minutos, contaba los
pasos... los que faltaban. Contaba las
monedas con su olor a calle. Contaba los
cables del tendido eléctrico, contaba
los días... los que faltaban, contaba lo que no está. Contaba el futuro, un futuro lleno de
cuentas. Ya no contaba el pasado, sólo
lo recordaba, más bien parte de él: el que alguna vez contó antes de que se
convirtiera en ese pasado que ya no estaba.
Contaba los trofeos, pero no veía
las victorias. Contaba las personas:
una, dos, cientos, miles. Las observaba,
contaba y pensaba. Contaba los lugares,
los que no conocía, contaba las rutinas, los resultados. Lo que contaba tenía
historia, pero no la veía, sólo contaba.
sábado, 6 de junio de 2015
Nardos para siete días
Siete nardos en el camino, que
dejaron su aroma penetrante y sutil, indicaron cómo es el amanecer de cada día
en el que los pensamientos se enganchan a un perfume, distante y fascinante,
que se enreda en la memoria y juguetea picaresco entre el andar y la poesía. Todos blancos, todos como racimos de perlas,
con su tonalidad particular y su momento en la semana:
Un nardo para el lunes, vestido de
blanco brisa, que luce suave y
esponjoso, que sonríe y anima deseoso a avanzar sigiloso con energía contagiosa,
para empezar la semana con una flor hacendosa, que disfruta mientras decora los
caminos y los campos, y perfuma con su aroma las estancias del sol que asoma.
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