viernes, 26 de junio de 2015

Amor en una botella

Amor de escuchar, amor sin rutinas, sin promesas. Amor de sentir, amor de soñar. De suspirar sólo porque amanece, de pensar y pensar... amor de palabras, amor inteligente, amor escrito. Imaginación con olor desconocido, sin medidas, sin alturas, sin manos, sin texturas, sin caricias. Sólo amor porque sí, que no se desvanece, que se alimenta de los sueños, que sólo sabe decir: te quiero.
Amor sin forma, sin color, lleno de música y poesía, de letras que descubren un porqué en los versos de las canciones, de ojos que se desvanecen de tanto buscar en la mente la explicación a un amor que se escapa de la nada.
Amor de respeto y comprensión, amor soñado, inexistente tal vez. Amor bonito, sin explicaciones. Una profundidad insólita, incoherente, sin respuestas, cargado de preguntas.
Amor sin flores, sin aromas, escondido en los suspiros, atrapado en la conciencia. Amor que tiembla de tanto callar, que grita sin hablar.
Amor que es vida, sólo vida, que da frescura a la rutina. Precioso sentir de un amor compartido, silencioso, enamorado...
Amor escrito en un papel, guardado en una botella, lanzado al mar para que navegue libre, sin presiones. A la espera de que algún día tal vez, lo recojan dos amantes y se encienda para siempre el amor correspondido de dos corazones, asombrados de su propio destino y decididos a regalar al mundo una posibilidad certera de un amor para un después, un amor que se hace infinito y supera los espacios, las distancias, los mares y los ríos, que aunque se guarde crece, aunque se encierre, vive, aunque se oculte, aparece y brilla. 
Un amor sin nombre, sin testigos, sin principio y sin final. Amor para regalar y para superar duras pruebas, que trasciende y se multiplica. Amor de sacrificio sembrado en el respeto. Amor que trasciende lo imposible, que roza el infinito, que no tiene límites.
¿Y si no es amor?, ¿Entonces qué es? Quién sabe, tal vez no tenga nombre..., tal vez siga navegando en su botella, esperando tocar la arena y llegar a unas manos que destapen por fin el aroma a silencio, a secreto, a divino, reservado en esa botella para los amantes prometidos desde un antes, desde algún cielo, desde un pasado.

1 comentario:

  1. Esos amores que pones en las botellas, a veces no llegan a la arena, se pierden en el horizonte, aunque siempre el amor será las poesías de los sentidos. Como siempre, bonita reflexión.

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