viernes, 17 de febrero de 2017

El encuentro más deseado

Por fin estaban tan cerca como lo habían imaginado. Sus risas tontas empañaban el ambiente. Sus ojos no encontraban la salida, sólo sabían que habían entrado en ese recinto abierto y lleno de luz que los recibía. Olía a espuma de café, a vapor de flores silvestres, a bruma encendida, a calidez...
Se sentaron cerca de las piedras. No sabían si respiraban o palpitaban. Sus manos se llenaban de ansias, sus pechos de deseos.
Faltaba el aire en aquel lugar rodeado de espacio. Faltaba el sonido en aquel escenario decorado con nubes. Faltaban las palabras que se agrietaban sin salir. Sobraba brillo en aquel cuarteto de pupilas encendidas. Sobraban disparates sin sentido soltados al azar a ver si encajaban en algún lugar. Sobraban los temblores en las manos, sobraba la gente, sobraban las copas añejas desoladas en el rincón de la baranda.
Quise escuchar lo que hablaban, tenía que haber magia en sus palabras. Y la había. Él le preguntaba: ¿cómo estás? y ella escuchaba: eres hermosa. Ella le decía: ¿estás bien? y él escuchaba: te necesito. Sus labios se movían simulando palabras que sus oídos no escuchaban. Se convertían en te quiero y en te amo... y hasta en un... te deseo...
Hablaban casi sin mirarse, uno al lado del otro buscando calmar sus ansias. Escondían su vergüenza mientras evitaban sus ojos. Sabían que al mirarse perderían su batalla tonta contra sí mismos... y la perdieron.  Ella lo miró en un instante que se perdió en el infinito. Las palabras se bloquearon, sus pupilas se abrazaron y él se acercó despacio hasta encontrar sus labios. Sus ojos se cerraron sin explicación. Nadie las pedía. Sus labios se besaron con la timidez de un encuentro inesperado. Y ella se apartó nerviosa cuando la humedad inquieta rozó sus comisuras.  Había ternura y había descanso.  Había deseo y había reposo.

La vi temblando y quise ser ella. Quise sentir sus latidos, quise ser amada como ella. Quise ser la amante de aquella tarde casi despojada de sol, la amante enamorada que dejaba sus pupilas bordadas en los ojos de su amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar con tu comentario en esta página