sábado, 7 de noviembre de 2015

Quiero ser...

No quiero ser tuya, ni quiero ser de nadie…

Quiero ser del amor que juega con las risas.  Quiero ser del tiempo que me lleva a su destino, que me roba los momentos y me regala los instantes.
Quiero ser de la luz que ilumina mi rostro y me hace más serena, más risueña, que me guía los pasos, que me muestra el camino.
Quiero ser del espejo que me mira y me engaña cuando me dice que sigo siendo la más hermosa de todo el reino.
 
No quiero ser tuya, ni quiero ser de nadie...

Quiero ser de la cama que recoge mi peso y me espera paciente para soportar mis sueños.
Quiero ser de las manos que esperan mi abrazo cuando el día me agota, cuando suplico cariño.
Quiero ser del carmín que embellece mis labios y que decora los besos que comparto y regalo.
Quiero ser de la nada y quiero ser del todo.  Estar y a veces no estar.  Amar y reír, quedarme y huir.
Quiero bailar con la vida, amar a mi antojo, besar las sombras con mis labios encendidos y hacerlas brillar.
Quiero cantar y desafinar en colores y escuchar los aplausos de las alas de un ave que me dicen que siga, que me dicen que vuele.

No quiero ser tuya, ni quiero ser de nadie…

Quiero ser amante y ser esposa, ser novia y ser amiga, ser madre y ser hija, ser mujer a mi antojo.
Quiero ser semilla de un árbol frondoso, para abrazar con mis ramas al viento, a los niños que juegan en mi tronco, para echar raíces en la tierra y aferrarme a ella hasta mi muerte.
Quiero dominar el espacio con amor y con ternura, hablar al horizonte y que en el cielo se escuchen mis canciones desafinadas.
Quiero perderme en la calma del volcán que se apaga y besar sus cenizas esparcidas en la almohada.  Y comerme los besos, aunque empalaguen y engorden y me hagan adicta al amor y a la locura.
Quiero ser de cada gota que derraman mis ojos, llenos de dolor, llenos de emoción y de ilusión.  Porque aunque duela es mi dolor, es mi vida.
Quiero ser la música alegre que invita a bailar, la música serena que invita a soñar.  Ser un piano y que las manos más osadas se paseen por mis teclas y generen melodías divinas, que susurradas al oído alboroten mi alegría.
Quiero ser la guitarra acariciada que cante suave y enamore, que siembre suspiros y robe sonrisas.

No quiero ser tuya, ni quiero ser de nadie…

Quiero ser de la noche que arropa a los amantes y de la mañana que los despierta abrazados.

No quiero ser pertenencia, ni quiero ser esclava.  Quiero ser libre, ser de la vida, de la habitación en penumbras que cobija mis sueños en colores.


…Ser de nadie y ser de todos, ser mi vida… 

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