Me dices que
me quieres, qué bonito suena. Quería que
me lo dijeras tantas veces y por fin lo dices sin importar el derroche de
frases repetidas, tan sonoras, tan profundas; noto que lo dices desde el alma,
es que desde el alma lo siento… Pero, es que todos lo comentan. La sensación que tengo es inexplicable, me
siento llena de cariño. Y me lo sigues
diciendo y lo sigues pensando. Además
quieres que esté contigo. Te gusta lo
que hago y cómo lo hago. Me quieres
abrazar y quedarte conmigo y congelar ese instante.
Un momento,…
pero es que también te gustan mis errores y lo dices abiertamente. Aceptas mis errores y a la vez reconoces los
tuyos y vuelves a decirme que me quieres.
Que me quieres con mis enfados y mis torpezas, que me quieres con esas
mañas que nadie entiende, que me quieres cuando protesto y termino haciendo lo
que yo quiero. ¿Y vuelves a decirme que me quieres?