Viento pasajero. Torbellino
fugaz. Ilusión hecha de nubes que pasan y se van. Madrugadas llenas de sueños
que dan fuerza a la vida. Pensamientos apasionados que no existen, que no son
reales. Como la lluvia que mientras moja acaricia, pero se seca y se olvida.
Momentos eternizados en canciones que hacen vibrar cuando se escuchan y luego
desaparecen.
Sueño que se vuelve esclavitud,
mientras la realidad sigue su curso, sigue existiendo.
La soledad vuelve a tomar la batuta y el escenario se llena de luces. La orquesta empieza a tocar. Todos expectantes se deleitan con lo que no es verdad. Es la canción de la soledad interpretada por tantos. Tanta armonía, tantos instrumentos bellamente coordinados y lo que hay es soledad.
La soledad vuelve a tomar la batuta y el escenario se llena de luces. La orquesta empieza a tocar. Todos expectantes se deleitan con lo que no es verdad. Es la canción de la soledad interpretada por tantos. Tanta armonía, tantos instrumentos bellamente coordinados y lo que hay es soledad.